Varios indicadores han cambiado positivamente, aunque temas críticos muestran rezagos importantes.
Gobernador, Cómo Vamos realiza una evaluación de 50 indicadores divididos en 9 ejes temáticos. Los indicadores comparten tres criterios: relevancia, factibilidad e influencia.
Si bien en varios casos hay concurrencia de autoridades (o factores), la acción del estado es determinante para generar un cambio en todos los indicadores calificados. Estos tres criterios y el número de indicadores por eje determinan su peso relativo en la evaluación (seguridad y medio ambiente tienen la mayor ponderación). La evaluación es resultado de medir los avances del gobierno respecto a dos elementos: cómo iniciaron los diferentes indicadores y a las metas establecidas -que en su gran mayoría (90%) fueron acordadas con las Secretarías responsables. La calificación refleja el avance (o la falta de) del año en cuestión, es decir, de la meta específica del año.
El primer año de gobierno sirvió para determinar la línea base; en el segundo, se realizó la primera evaluación con una calificación promedio de 6.9. Este año, los resultados de la segunda evaluación muestran 2 avances importantes en las finanzas públicas del estado: una mayor capacidad en sus ingresos y una deuda pública que pasó de ser calificada en amarilla (Junio 2021) por la Secretaría de Hacienda, a verde (Junio 2024).
Los indicadores económicos también mantuvieron solidez; la tasa de desocupación pasó de 4.7% (2021) a 2.6% (2024), la informalidad pasó de 37.7% a 35.4% (solo un poco por arriba de la meta, que era 34.9% para este periodo).
En esta evaluación no se incluyó el eje de Pobreza y Desigualdad que se mide a partir de los datos generados por CONEVAL, de manera bienal. Por su parte, los rubros de salud y educación mostraron avances positivos. En el caso de salud, 2 indicadores miden la atención directa del estado: tiempos de atención en centros de salud bajo la dirección del estado y el porcentaje de medicamentos surtidos. Mientras a nivel estatal se surten el 72.6% de las recetas, los centros de salud responsabilidad de la Secretaría de Salud surten el 77.3%. Educación mejoró respecto a la evaluación anterior: la tasa de abandono en secundaria, que en el periodo base fue de 3.0 y había empeorado a 3.6 en la evaluación pasada, ahora logró disminuir a 2.4.
La evaluación refleja algunos retos que el estado tiene desde hace años y no se han logrado revertir. Uno importante es la violencia, en particular una alta tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes: pasó de 16.8 en la línea base a 25.7. De igual forma el delito más denunciado en el estado, violencia familiar, aumentó en este periodo (444) en relación con la línea base (402).
En el eje de Desarrollo Urbano se aprecia una recuperación del uso de transporte público, uno de los principales indicadores para lograr un estado más sustentable y con una movilidad adecuada. Previo a la pandemia, alrededor de 27% de la población utilizaba el transporte como medio para su viaje principal y este último corte, ronda el 29% (por primera vez se anticipan datos de la Encuesta Así Vamos recién levantada y que será formalmente presentada en febrero).
En contraste, los tiempos de traslado (medidos también en “viaje principal”) han aumentado de manera importante: más de 1 hora en promedio para los traslados en camión. Además, el gobierno no ha conseguido la publicación del Plan Estatal de Ordenamiento Territorial que contribuirá a establecer y delimitar los alcances de una política integral y coordinada en la materia.
Por otro lado, la contaminación del aire no cede: la concentración anual de las partículas en suspensión (PM2.5) está muy por encima de la meta: 21.2 vs 10. Además, disminuyó el número de establecimientos generadores de emisiones que cuentan con Licencia de Funcionamiento y COA (112 vs 188), medida que contribuye a mejorar las condiciones. En el eje de medio ambiente si bien mejoraron indicadores de agua (consumo per cápita y disponibilidad de agua), no fue posible acreditar el avance en un reto importante para el estado: la disminución del agua no contabilizada (aquella que por fugas, robo o errores de medición representa fallas del sistema).
La evaluación es apenas la segunda de 5 que se realizarán a la administración de Samuel García. Los avances deberán consolidarse en los próximos años, en particular frente a posibles retos en materia de finanzas públicas y del sistema de salud. La evaluación también representa una buena oportunidad para que el gobierno reflexione si la ruta que está siguiendo para hacer un estado (y en particular Área Metropolitana) más sustentable es la correcta. Los retos en ese rubro son enormes y los resultados se quedan cortos. Los 3 años siguientes son críticos para avanzar en ese tema.
Los resultados completos pueden consultarse aquí. La tercera evaluación se presentará en noviembre de 2025.